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  • Foto del escritorBochica

Monasterio del Tuso, La Niebla y el Mito

Actualizado: 19 jun 2023

En el corregimiento de El Charquito, municipio de Soacha, existen las ruinas de una antigua edificación llamada “Ruinas del monasterio del Tuso.



1. Ruinas del Tuso

Ha sido identificada, con un antiguo monasterio Franciscano con una capilla doctrinera, un primer asentamiento del municipio de Soacha, también se asocia a un pueblo indígena que sobrevivió hasta la colonia. Por otro lado existen leyendas asociadas a los antiguos propietarios de la hacienda Canoas quienes habrían llevado un desafío con Satanás precisamente en este sitio.


A pesar de las investigaciones bibliográficas se tiene un conocimiento parcial sobre la función o antigüedad de la estructura. Como lo reconoce la página oficial del municipio de Soacha. “Las características de su construcción, el papel que jugó durante la colonia y su valor dentro de la cotidianidad de los habitantes aledaños son todavía un misterio envuelto en mitos y leyenda que se convierten en patrimonio inmaterial. No existen investigaciones arqueológicas realizadas que estén asociadas con el monasterio o con la población que habitó en su entorno” (Soacha, 2011)

2. Bosque de Niebla

El vacío histórico que existe y la leyenda que lo enriquece, llama la atención sobre estas particulares ruinas y reclama una investigación científica que aporte sobre el origen histórico de Soacha y las dinámicas sociales asociadas a la población prehispánica, a la dinámica social que traería la colonia y posiblemente su extensión hasta la república.

La población actual de El Charquito en particular y de Soacha en general desconoce por completo su pasado milenario y tiene poco interés en el origen o la dinámica social de sus ancestros, por ello pese a ser uno de los municipios más ricos en sitios y material arqueológico (como lo demuestran las múltiples excavaciones llevadas a cabo en su territorio como Aguazuque, Panamá, Portalegre, Nueva Esperanza, Tibaníca etc.) tiene pocos bienes de interés cultural reconocidos.


Historia

Las ruinas del Tuso son referidas como uno de los atractivos turísticos del municipio de Soacha, sobre el llamado llano del Chipo denominación histórica de una pequeña planicie sobre la que se asienta. Sobre ellas existe un gran desconocimiento de la forma en que se fundaron y evolucionaron o cómo y por qué fueron abandonadas y solamente se afirma que se trata de un antiguo monasterio franciscano, cubierto por la bruma, el misterioso y el velo de la leyenda. (Cancino J.A, 1935)

Su ubicación está dentro del corregimiento el Charquito municipio de Soacha sobre la antigua y célebre hacienda Canoas, en las coordenadas, 4°32'59.2"N. y 74°16'20.6"O. La parte destacada y turística son las ruinas de un edificio rectangular del que se conservan seis columnas en piedra y ladrillo unidos con mortero, los cuales tienen aproximadamente 90 cm de espesor. Posiblemente fueron ocho columnas inicialmente porque las de los costados Nororiental y Suroriental se han caído por acción del tiempo. Existen tres paredes de tapia pisada de 60 cm de espesor que miden aproximadamente 9,2 metros de ancho por 30,4 metros de largo, aunque cuenta con una pared de piedra caída a 24 metros desde el costado norte, como división interna. Es conocido como el monasterio del Tuso y de acuerdo a las versiones habladas, las sostenidas en la página de internet del municipio y un artículo periodístico se trataría de un antiguo monasterio Franciscano y a la vez santuario de adoración a la virgen María. (Cancino, 1935)


3. Fotografía Satelital de las ruinas del Tuso.

Aunque no hay mucha información respecto al poblado del Tuso, los habitantes de El Charquito señalan que se trata de la primera encomienda de Soacha, que fue trasladada hacia 1600 a la ubicación actual del parque del municipio (García, 2014). Sin embargo esta versión se ve contradicha por algunos autores que sostienen que Soacha y El Tuso son igualmente antiguos. De hecho señala que administrativamente la provincia de Santa Fe, mantiene al corregimiento eclesiástico de Bosa y este al Curato de segundo orden de Soacha al cual es tributario el curato de tercer orden de El Tuso. (Cancino. J.A. 1940), (Velandia,1982)

4. Ruinas del Tuso

La orden Franciscana arribó a la Nueva Granada junto con los Dominicos en el año 1550. Fundando los primeros el llamado “convento Franciscano de la Purificación” en el año 1570 con sede en Santa Fe, cuyos corregimientos fueron Bosa, Suba, Funza, Chía, Cogua, Nemesa, Fusagasugá, Zipacón, Nemocón, Pasca, Sopó, Usaquen y Zipaquirá. (Mantilla, 1984) Siguiendo este mismo punto se desarrolla la idea de que los curatos dependientes del corregimiento de Bosa de administración franciscana se desarrollaron sobre los asentamientos de los pueblos indígenas y de acuerdo a los tamaños de los mismos se les dio cierto estatus administrativo, en este punto se podría interpretar que El Tuso era un pequeño poblado indígena, cuya densidad da para convertirlo en un curato de tercer orden, pero que contó con la primera capilla del altiplano cundiboyacense. (Cancino J.A, 1935) la cual tenía una sola nave. En su construcción incluyó tapia pisada y muros en piedra extraída del río, combinando así sistemas europeos e indígenas. Anecdóticamente se menciona como en el siglo XVIII se desploma el altar y parte del campanario, los cuales no se pudieron reconstruir, por problemas financieros. (Montoya, 2014)


Históricamente se entiende que los terrenos que hoy corresponden a la hacienda Canoas le fueron adjudicadas Alférez Antón de Olalla en 1541 y dentro de ellos se encontraban los poblados de El Tuso y Chipo, por lo que dichas poblaciones fueron tributarias de las estancias de Fute y Canoas, que continuó heredándose por línea directa hasta 1671 como dehesa. (Pardo, 1946). Por otra parte un pleito judicial en 1660 por la contratación indebida por parte de las monjas de la Concepción de indios de Tuso para trabajar en su hacienda Tequendama y Alonso Ramírez de Oviedo, esposo de María Maldonado de Mendoza, heredera del mayorazgo de Canoas, deja claro la existencia y tributación de El Tuso al mayorazgo de Canoas para esa fecha. (Bonnet, 2000)


Se tiene indicios que en la primera mitad del Siglo XVII, el poblado de El Tuso gozaba de cierta prosperidad, como lo indica el hecho de que la imagen de la madre de Dios, Nuestra Señora en la Concepción Purísima, a quien los Franciscanos atribuyen milagros, atrajera una cierta cantidad de peregrinos y posiblemente de esta época data la construcción y consolidación del templo, aparentemente una obra de gran belleza y ricos ornamentos.(Cancino. J.A. 1940)

5. Llanura del Chipo y Ruinas del Tuso.

Una razón de peso para que generara veneración, era el hecho de que el artista deja la tez de la virgen oscurecida y por ello la población indígena se siente más identificada con la imagen, incluso en algunos relatos se menciona como la virgen morena del Tuso. (Pardo, 1946) La imagen es descrita así. “Es estatua de media vara de alto. Lo que se refiere es que llegando a aquel pueblo un hombre noble, peregrino que llevaba, que donde quiera le decía misa en un altar portátil y que sacando allí de su cajón la sagrada imagen, queriéndola poner después en dicho cajón, ninguno de los presentes la pudo alzar; y que luego el cura con facilidad la alzó para ponerla en el altar, de lo que quedaron todos muy maravillados; y que conociéndose o haciéndose juicio el caballero que la traía, que aquello daba a entender que la soberana señora quería quedarse en aquel pueblo, la hubo de dejar allí y donarla a aquella iglesia, aunque con gran sentimiento suyo”. (Oviedo,1930, pág. 156)


Sin embargo y a pesar de su importancia de peregrinaje, el Tuso sería un pueblo pequeño de 50 indios y 80 vecinos blancos y la producción agrícola rentaría al párroco $500, mientras que Soacha y Bosa rentaban $800 y más o menos 100 indios y 100 vecinos blancos. (Oviedo,1930) La fiesta de la virgen de El Tuso se celebraba posiblemente el 28 de Diciembre, como señala Cancino citando los archivos parroquiales de Soacha. Un inventario parroquial de 1776 señala que la virgen poseía un importante número de joyas asociadas en oro, rubíes, granates, perlas, amatistas y esmeraldas. (Cancino. J.A. 1940)


El pueblo de El Tuso se debió trasladar hacia Soacha en 1697, por orden de los oidores, seguramente en razón de la baja renta que producía. (Cancino. J.A. 1940) El fenómeno del traslado de pueblos fue relativamente frecuente durante la colonia y casi siempre estuvo en poder de los oidores darle o negarle la ubicación de los mismos, esto se asocia a otros pueblos desaparecidos como Santa Bárbara de Ubsaquen, Doa y Usatama.(Oviedo,1930)


Sin embargo existen otras versiones respecto a la desaparición de El Tuso que señalan fenómenos naturales, como la que narra que una fuente de agua cercana que proveía al pueblo se secó y poco tiempo después vino una gran epidemia de viruela, mucho más fuerte de las que se acostumbraban en ese siglo, por lo tanto la población disminuida se trasladó a Soacha. (Pardo,1946)

6. Ruinas del Tuso foto de archivo.

Otro autor señala que el pueblo indio de El Tuso fue extinguiéndose paulatinamente hasta su desaparición final en el año de 1776, cuando sus sobrevivientes pasaron a Soacha.(Velandia,1982) Esta interpretación proviene del inventario de las joyas de la virgen de ese mismo año, pero seguramente se hallaba ajustado a la realidad si se tiene en cuenta el progresivo despoblamiento tras la epidemia de viruela y la disminución del peregrinaje ya fuera por el traslado de la imagen de la virgen Morena o por la sequía de las fuentes de agua. Esta versión se ve corroborada parcialmente, cuando se afirma que estas tierras fueron vendidas en este año a Fernando Rodríguez, en 1225 pesos. (Bonnet, 2000) La última versión con la con la que se cuenta dice que el traslado de El Tuso tuvo lugar en 1796, cuando ya solo contaba con 60 indios. (Jaramillo & Zamora,1991)


La situación que se viviera en El Tuso desde finales del siglo XVII es confusa, aunque no menos que otros asentamientos. Con la excepción de Velandia no se tiene referencia sobre El Tuso en el siglo XVIII, por lo que se puede inferir desde la historia que se encontraba inhabitado, precisamente durante este tiempo, en el que se fueron extinguiendo las encomiendas y empezaron a conformarse las grandes haciendas.



7. Ruinas del Tuso.

La estancia de Canoas fue heredada por Mariana Rodríguez, quien contrajo matrimonio con José María de Uricochea quien había nacido en 1795 y este se haría propietario de la hacienda hasta 1840 año en que murió, repartiendo la propiedad entre sus hijos, Sabas y Ezequiel, al primero Aguazuque y el segundo el sector de Canoas Saenz. Sin embargo un particular de nombre José María Urdaneta Camero adquirió en 1851 y 1857 las dos haciendas haciendo reunificación de las mismas. Este relato está decorado por la leyenda que afirma que ante el excesivo precio que solicitó Sabas Uricochea, Urdaneta se retiró hacia Bogotá, pero al ver las nubes negras decidió devolverse y tras la inundación de esa noche compró la hacienda a la mitad del precio y la otra mitad la pagó con el trigo que se salvó de la inundación. (Pardo,1946)


Urdaneta, que según la leyenda era un hombre sabio y muy hábil en cuanto a las prácticas agrícolas heredó la Hacienda a su primogénito Carlos. Pero surge otro relato asociado a la familia que narra que en los tiempos de Pepe Urdaneta, en el sector de El Tuso habitaba el diablo y que se llevaba todas las noches la mejor res, por lo que el hijo de Pepe, Carlos dotado de una gran fuerza, tomó en emboscada a Satanás una noche mientras arriaba una vaca y tras la lucha lo obligó a aceptar solamente un buey mensual. Pero el diablo se lavó la sangre tras el combate, y escupió la fuente de agua que abastecía El Tuso elevando una gran nube que secó el arroyo y fue la ruina del pueblo. Carlos Urdaneta mandó erigir una gran cruz de piedra y el diablo no pudo regresar a reclamar el buey que le correspondía.(Pardo,1946)

8. Ruinas del Tuso

Sin pretender convertir este relato en un evento histórico se puede comparar el hecho de que la desaparición de El Tuso debió darse a finales del siglo XVII, mientras que Pepe y Carlos Urdaneta vivieron a mediados del siglo XIX, por lo que se puede interpretar que la leyenda tenga cierta base histórica al referenciar dos hechos aparentemente reales como lo son la pérdida de la fuente de agua del Tuso y posiblemente la fuerza destacada de Pepe y especialmente de su hijo Carlos Urdaneta, cuyas anécdotas (exageradas) quedaron plasmadas en la tradición oral y fueron posteriormente recolectadas por Pardo.


Aunque perdidas en la leyenda es muy probable que la cercanía del Salto de Tequendama a las ruinas del Tuso permitieran inferir un sistema ritual que se heredó desde tiempos prehispánicos, en el que las romerías no se dirigieran hacia la virgen morena del Tuso, sino hacia el mismo Bochica, en un ritual en el que se consagraban las parejas en el mismo Salto de Tequendama (Jaramillo & Zamora, 1991) y que parece acercarse también a la conocida historia de Hunzahúa y Noncetá los infortunados amantes separados para siempre por las corrientes del Salto de Tequendama, (Simón 1882/1626)

9. Llanuras del Chipo y corregimiento El Charquito.

A la fecha los llanos del Chipo son un área despoblada, dedicada a la ganadería de ovejas, cabras y vacunos, con las aun imponentes ruinas de El Tuso, cuyo mayor atractivo turístico son las leyendas y el legado histórico cubierto por la niebla de los años, sin embargo a la fecha no se cuenta con recorridos históricos, ni mucho menos con una declaratoria patrimonial o un indicio de recuperación, conservación o cualquier otra medida oficial sobre las ruinas.


Imágenes

  1. Ruinas del Tuso. Revista Bochica

  2. Ruinas del Tuso. Revista Bochica

  3. Ruinas del Tuso. Revista Bochica

  4. Ruinas del Tuso. Revista Bochica

  5. Ruinas del Tuso. Revista Bochica

  6. Ruinas del Tuso. Revista Bochica

  7. Ruinas del Tuso. Revista Bochica

  8. Ruinas del Tuso. Revista Bochica


Bibliografía

Bonnet, D. (2000). Génesis Prehispánica y ordenamiento colonial. Soacha: Alcaldía Municipal de Soacha.

Cancino, J. A. (1935). La Virgen de Tuso y Su Tesoro. El Tiempo , 3.

Cancino, J. A. (1940). Monografía del municipio de Soacha. Bogotá: Santa Fé de Bogotá.

García, L. M. (2014, Abril 12). Las Ruinas. (W. García, Interviewer)

Jaramillo, P. A., & Zamora, P. J. (1991). La adoración de Bochica en el Tequendama”. En Pisadas en el Valle: Historia de Sibaté, 1aparte “De hijos de Bochica a próceres de la República. Bogotá: Cinco.

Mantilla, L. C. (1984). Los Franciscanos en Colombia. Bogotá: Editorial Kelly.

Montoya, H. J. (2014). En Canoas Sobre la Virgen y el Diablo. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.

Oviedo, B. V. (1930). Cualidades y riquezas del Nuevo reino de Granada. In B. V. Oviedo, Cualidades y riquezas del Nuevo reino de Granada (p. 156). Bogotá: Imprenta Nacional.

Pardo, U. C. (1946). Haciendas del sabana, su historia, sus leyendas y tradiciones. Bogotá: Kelly.

Simón, F. P. (1882/1626.). Noticias Historiales de las Conquistas de Tierra Firme en las Indias Occidentales. 5 Tomos. Bogotá: Imprenta Medardo Rivas. .

Soacha, A. M. (2 de Septiembre de 2011). Página oficial municipio de Soacha. Recuperado el 21 de Octubre de 2016, de Soacha.gov: http://www.soacha-cundinamarca.gov.co/index.shtml?apc=bjxx-1-&x=1490029

Velandia, R. (1982). Enciclopedia histórica de Cundinamarca. Bogotá: Biblioteca de autores cundinamarqueses

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